Nos pasamos la vida buscando un ideal, una media naranja o alguien a quien conocer, esperando que esa persona nos de todo aquello que nos falta y que necesitamos, sin darnos cuenta que el amor y la plenitud yace en nosotros, que ya tenemos todas esas cosas que buscamos en los demás, y que solo necesitamos darnos la oportunidad de conocernos, y aunque este argumento pudiese ser propio de Narciso, necesitamos amarnos y reconocernos para poder proyectar y albergar amor de otros.
